edificio de la iglesia


Así como el término Iglesia se refiere al templo vivo, el Pueblo de Dios, el término iglesia también ha sido usado para describir el edificio en que la comunidad cristiana se reúne para escuchar la Palabra de Dios, para orar juntos, para recibir los sacramentos y para celebrar la Eucaristía.

El edificio destinado a las celebraciones litúrgicas, como lo exige su naturaleza, debe ser hermoso, con una noble arquitectura, proporcionada al espacio circundante y a las necesidades de la comunidad. No es un simple lugar de reunión, sino un auténtico símbolo y signo de las realidades sobrenaturales, en el que todo resplandezca por la cuidada limpieza, la sencillez y el arte.

La disposición general del edificio debe ser como una imagen de la asamblea eclesial, que permita un proporcionado orden de los diferentes roles o funciones litúrgicas y que favorezca el ejercicio de todos los ministerios, dentro siempre de una concepción del espacio eclesial como un todo único y armónico.

Debe estar diseñado en armonía con las leyes de la Iglesia y servir para las necesidades de la liturgia. Los libros litúrgicos son una fuente primordial para quien desea planear un recinto adecuado para la propia liturgia. En primer lugar, están las prescripciones que se encuentran en el Capítulo 5º de la Institución General del Misal Romano y en las normas de la introducción al Ritual de la Dedicación de Iglesias y Altares.

Ante el crecimiento amorfo y desordenado de las ciudades contemporáneas el templo debe ser un referente en el espacio urbano a través de su relevancia física y como espacio de encuentro e integración de la Comunidad, sólido para ser refugio seguro ante catástrofes naturales y, en entornos periféricos y degradados, se convierta en oasis de belleza, de paz y de aceptación.

Con el abuso en los estímulos que vivimos en la vida cotidiana, el templo es el lugar donde experimentaremos sentimientos que propician la concentración, la calma, el sosiego, pero también la alegría que implica el congregarnos para la celebración.