permisos


Cuando la Comunidad junto con el párroco ha evaluado y decidido realizar el proyecto, debe comenzar la gestión de los permisos de obra correspondientes.

La licencia de alineamiento es un documento que indica cómo está ubicado el predio con respecto a la traza de la calle y si sufre o no una afectación futura por causa de modificar la vialidad. Incluye el número oficial que se asigna y que será usado en lo futuro para identificar el predio.

El permiso de uso de suelo es un documento que avala el fin para el cual será destinado el terreno y que debe corresponder con la normativa urbana de cada Municipio.

En el caso de intervenciones en inmuebles históricos y bienes muebles con valor patrimonial en custodia de la Iglesia, obliga solicitar al Instituto Nacional de Antropología e Historia el permiso respectivo. Así se evitarán multas, suspensiones y procesos legales ante la autoridad federal.

Para tramitar el permiso de construcción deberán entregarse los estudios validados de impacto ambiental, vial y programa de riesgos junto con el proyecto arquitectónico, estructural y de instalaciones. Se recomienda consultar los requisitos que cada municipio exige para autorizar el permiso de construcción.

La obra deberá contar con un Director Responsable de Obra (DRO) que se responsabiliza del seguimiento del proyecto y de los procesos constructivos que son ejecutados en la obra y lo plasma en una bitácora oficial. Asimismo, toda construcción debe mostrar un letrero indicando el uso de suelo autorizado, el nombre del profesional DRO, la vigencia del permiso y el domicilio oficial de la obra entre otros datos.

Es importante, dentro de la asignación de recursos, tener contemplados los honorarios y pago de derechos oficiales para lo anterior. Cualquier supuesto ahorro en ello, puede tener consecuencias negativas para la obra durante y posterior a ella.

Antes de comenzar cualquier actividad en la obra, es necesario que los trabajadores estén dentro del sistema de seguridad social (IMSS), que tengan el equipo adecuado de protección, de acuerdo a la actividad que realizan (chaleco en colores de fuerte nitidez, casco, guantes, calzado adecuado, lentes, arneses y línea de vida). Omitir la seguridad implica un riesgo que puede ser mortal para el trabajador.

De acuerdo a los montos de inversión y por lo tanto de entrega de anticipos a los constructores, son exigibles las garantías que avalen el buen uso de los mismos. Eso es posible si se otorgan fianzas respaldadas por agencias fiduciarias o bancarias que aseguran que los recursos serán usados para la ejecución y compra de materiales, equipo o pago de derechos. Es recomendable está practica que da la confianza a la comunidad y respalda al Comité de Construcción establecido por el párroco.