Es crucial que todos los profesionales y artistas elegidos sean dignos de confianza para la Comunidad y tengan habilidades para realizar las tareas particulares requeridas, definiendo con claridad sus papeles y responsabilidades antes de que comience la obra, y cumpliendo en cada caso con la legislación eclesiástica, municipal, estatal y federal.
Asimismo deben estar dispuestos a participar en el diálogo esencial para el desarrollo de un proyecto de construcción que satisfaga las necesidades de la Comunidad.