Una de las experiencias formativas de mayor trascendencia en la vida de una Parroquia es el proceso de construcción o restauración de un templo, proceso que implica mucho más que la elección de un arquitecto o de una estrategia para recaudar fondos. Se trata de un viaje espiritual en el cual se embarca toda la feligresía y una oportunidad para la renovación de la vida eclesial de la Comunidad entera.
En el año 2015 la Comisión Episcopal para la Pastoral Litúrgica de la CEM impulsó la publicación de la edición mexicana del documento Edificada con Piedras vivas: Arte, Arquitectura y Culto de la Conferencia de Obispos Católicos de los EE.UU., con el objetivo de ofrecer normas, orientaciones y sugerencias pastorales sobre el arte litúrgico y arquitectura al servicio de la evangelización y también para servir como base a los Ordinarios diocesanos para dar nuevas orientaciones e instrucciones para su diócesis.
A mi petición —en respuesta a este Documento y tomando en cuenta la reciente publicación por parte de la Dimensión del Cuidado de Bienes Eclesiásticos y Arte Sacro de la CEM del estudio Inmuebles Eclesiásticos. Orientación pastoral para proyectar, conservar, adecuar iglesias y conjuntos eclesiásticos— el Consejo Diocesano de los Bienes Culturales y Arte Sacro ha elaborado este Manual de Construcción y Restauración de templos y conjuntos pastorales de la Arquidiócesis de León, para ser utilizado —juntamente con los Documentos mencionados arriba— para todos los proyectos ya sea de bienes inmuebles, como de bienes muebles en los recintos eclesiales de nuestra Arquidiócesis.
Se trata de un instrumento valioso, fruto de un arduo y generoso trabajo en equipo de los miembros del Consejo Diocesano de los Bienes Culturales y Arte Sacro, donde se ha manifestado la profesionalidad y la comprometida colaboración fraterna en bien de nuestra Iglesia diocesana, a quienes, aprovechando la ocasión, agradezco de todo corazón y expreso mi testimonio de estima y cercanía en oración ante el Señor.
Seguro de que el conocimiento y la aplicación de las orientaciones y directrices contenidas en este Manual redunde en la mayor dignidad de nuestros templos, para una adecuada y óptima acción litúrgica, e impulse la conservación y promoción de los bienes culturales que como Iglesia tenemos en custodia, le suplico a Dios, «arquitecto y constructor» (Hb 11, 10) que, en su bondad, bendiga y recompense los esfuerzos de comunidades, sacerdotes, profesionales y artistas que como «piedras vivas» forman parte de este proceso fascinante que es la edificación de la Iglesia, «templo espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales agradables a Dios por medio de Jesucristo» (1 Pe 4, 5).
León, Gto., 24 de octubre 2019.
+ Alfonso Cortés
Arzobispo de León
Consejo Diocesano de los Bienes Culturales y Arte Sacro 